En el marco del Día Internacional de la Mujer, vale la pena revisar la situación de aquellas que tienen problemas de visión. La brecha con los varones es amplia en el mundo laboral, consecuencia de los bajos porcentajes educacionales del género
Este miércoles 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, que conmemora la lucha de este género por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro. Si para todas las mujeres ya es difícil esta pelea, lo ha sido todavía más para aquellas que tienen discapacidad.
De acuerdo a la Encuesta de Discapacidad y Dependencia del año pasado (ENDIDE 2022), en Chile hay 2.703.893 personas con discapacidad, ya sea leve, moderada o severa, que corresponde a un 17.6% de la población adulta estimada. De este grupo, un 67.8% son féminas, esto es, aproximadamente 1.833.239.
El mismo estudio abordó específicamente la discapacidad visual, con cifras alarmantes. En nuestro país existen alrededor de 153.560 adultos ciegos (1% de la población) y cerca de 4.683.567 (30,5%) con pérdida de visión, es decir, “ausencia de visión o una disminución de la capacidad para ver, hasta un punto en el que causa problemas que no se pueden solucionar por medios habituales, como, por ejemplo, lentes o anteojos”.
Volviendo a la mujer, también son mayoría en este apartado. Comprenden el 57.7% de las personas adultas ciegas (88.604) y el 62.8% con pérdida de visión (2.941.280).
Discriminación educacional y laboral
Así como en la población general existe la discriminación por género, también se da en este subgrupo, lo cual se ve reflejado en los ingresos per cápita. Según un análisis realizado por Fundación Luz, centenario organismo que acompaña a las personas con discapacidad visual en nuestro país, apenas un 16.6% de las mujeres con pérdida de visión está en el Quintil 5, el más rico, contra un 22.3% de los hombres.
Esto concuerda con los porcentajes de ocupación laboral, que evidencian una amplia brecha, ya que sólo el 39.7% de las féminas con pérdida de visión tienen un trabajo, frente a un 58.1% de los varones. Los principales motivos para esta mayor cesantía femenina son una enfermedad o una condición física, o los quehaceres del hogar.
La explicación es más profunda y proviene del mundo educacional, pues más del 20% de las mujeres ni siquiera tiene la educación básica completa. Solamente un 16.2% completó la enseñanza superior.
En este 8M, todavía queda mucho por educar y trabajar respecto a la mujer con discapacidad visual. Que ésta también sea una bandera de lucha.