El 7,1% de los alumnos con ceguera total responde que su establecimiento le hace difícil el acto de aprender. “Es imposible obviar las diferencias que existen en el acceso efectivo”, advierte Constanza Melian, investigadora de Fundación Luz.
De los casi cuatro millones de niños, niñas y adolescentes (NNA) que hay en Chile, cerca de un 15% tiene algún tipo de discapacidad. Esto arrojó la Encuesta de Discapacidad y Dependencia (Endide) del año pasado, cuyos resultados para este grupo de la población fueron dados a conocer recientemente.
Las cifras indican que en nuestro país hay 3.992.965 personas de entre 2 y 17 años. De ellas, 399.209 (10%) presentan un problema severo, mientras que 188.500 (4,7%) tienen un inconveniente leve o moderado.
Específicamente respecto a la discapacidad visual, hay 535.057 NNA (13,4%) con algún grado de pérdida de visión y 11.978 (0,3%) NNA ciegos. Entre ambos comprenden un 13,7%.
En el ámbito de la educación, la cobertura es bastante alta. El 93,3% de NNA ciegos participa en clases virtuales o presenciales impartidas por un establecimiento, mientras que este número sube a 98,7% en NNA con pérdida de visión.
Pese a lo anterior, la enseñanza que se ofrece no siempre es la adecuada. El 7,1% de los alumnos con ceguera total responde que su institución educacional le hace difícil su aprendizaje, cifra que baja a 5,9% entre aquellos estudiantes con problemas a la vista.
Además, solamente el 35,7% y el 21,1% de estos grupos, respectivamente, utilizan dispositivos o recursos de apoyo que les facilitan estar en la escuela. Esto hace alusión, por ejemplo, a aulas accesibles, que cuenten con ajustes en infraestructura o apoyo de terceros, entre otros.
«Si bien la cobertura en educación escolar de NNA con algún tipo o grado de discapacidad visual pareciera estar en niveles aceptables, es imposible obviar las diferencias que existen en el acceso efectivo a ella cuando comparamos con otros NNA”, advierte Constanza Melian, investigadora de Fundación Luz que realizó este análisis. “Es necesario brindar todos los apoyos educativos, entre ellos las ayudas técnicas que sean necesarias, no sólo para que puedan asistir a un establecimiento educacional, sino que también para que participen del sistema educativo en igualdad de condiciones con otros NNA del país», cierra la socióloga.