Testimonio de Ana María Cerda, La Serena
El Programa de Rehabilitación de Fundación Luz, tiene como objetivo entregar las herramientas necesarias para promover la autonomía, independencia y así, mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual.
Con esta ilusión llegó el año 2021 al programa Ana María Cerda, proveniente de La Serena y con pronóstico de baja visión, producto de una miopía muy severa.
¿Ana María, cómo describiría su paso por el Programa de Rehabilitación?
Cuando tuve el diagnóstico fue un momento bien difícil, le pregunté a mi doctor qué podía hacer para seguir adelante y él me recomendó acercarse al Colegio Santa Lucía, sin embargo mis hijos comenzaron a investigar y dieron a través del colegio, con la Fundación Luz. Fue el año 2021, – estábamos en tiempo de pandemia-, inicié todo mi proceso de rehabilitación online, pues vivo en La Serena. Para mí fue descubrir una ayuda, un apoyo, un nuevo camino en esta etapa de mi vida.
¿Cuáles fueron los momentos más desafiantes y cómo los superaste?
He recibido mucha ayuda, mucho apoyo, en el aspecto psicológico y en la parte de rehabilitación práctica. Fue un desafío aprender a utilizar el bastón para poder lograr independencia y autonomía. También desarrollarme nuevamente en la habilidad de la vida diaria, poder ordenar mi vida, hacer todo lo que cualquier persona hace, lo superé, y estoy muy feliz por ello.
¿Qué aspectos del programa encontraste más beneficiosos para el desarrollo y bienestar de la discapacidad visual?
En el caso de las personas con discapacidad visual, necesitamos un método, una estratégia, y ese método, me lo ha entregado la Fundación. En los talleres he sido acogida, he aprendido a ser independiente.
¿Puedes compartir alguna historia o experiencia específica que destaque tu progreso o logro durante el programa?
Volví a cocinar, tomé las riendas de mi vida nuevamente, y eso es impagable.
Terminé los talleres de habilidad de la vida diaria, cocina, computación. Lo psicosocial fue un apoyo enorme porque volver a escribir, volver a comunicarme con otras personas, poder acceder a las páginas, la información, ser independiente, lograr un entretenimiento, fue un descubrimiento hermoso.
Estoy muy agradecida, porque uno dice Fundación Luz como una institución, pero la Fundación son personas. Personas que están preparadas y que tienen la disposición de acogernos, de ayudarnos, de guiarnos, estoy muy agradecida.
¿Qué esperas hacer en el futuro después de esta etapa de rehabilitación?
Ha sido una experiencia preciosa y es la plataforma para seguir mi vida, poder retomar mi independencia, pensar en trabajar nuevamente. Se abre todo un abanico de posibilidades. Es salir del estancamiento, de pensar que tu vida se acaba porque estás ciego, no! He descubierto que yo puedo, he logrado cosas que pensé que nunca volvería a hacer: cocinar, escribir, a mí me gusta mucho escribir, y he vuelto a escribir. He vuelto a disfrutar, así que estoy en un proceso que no se termina aquí.
Hay quienes nos dan las herramientas y el proceso va en uno en la vida.
Así que estoy muy agradecida de todo lo que he recibido aquí en la Fundación.