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100 años de Fundación Luz con la innovación como protagonista

Este año se cumplen cien años de Fundación Luz, la que se inició cuando un grupo de mujeres encabezadas por Esther Huneeus (Marcela Paz), deciden ayudar a las personas ciegas en situación de calle en las calles de Santiago. 

Fue así como el año 1924 fundaron el Hogar de Ciegos Santa Lucía que fue creciendo innovadora y orgánicamente, primero como un lugar de acogida, para luego ir incluyendo la rehabilitación, habilitación, educación y finalmente, la inserción laboral.

Hoy el foco de Fundación Luz es acompañar a las personas ciegas o de baja visión a lo largo de toda su vida en cuatro áreas específicas: educativa, terapéutica, tiflotecnológica y de transición. Esto se lleva a cabo en el primer centro para discapacidad visual de Chile, que aunque ya está funcionando, será inaugurado formalmente en agosto próximo.

El Hogar de Ciegos Santa Lucía surge de la idea de las amigas Esther Huneeus, Juana Solar Domínguez, María Luisa Echeñique, Elvira Valdés, Carmen Morandé, Marta Guzmán, María Canales, Amelia Balmaceda y Rosa Barros que buscaban ayudar a las personas con ceguera. Para ello un año antes estas jóvenes mujeres, realizaron una convocatoria inédita para conocer el número de personas ciegas que habitaban en Santiago, a la que asistieron cerca de 500 personas. A partir de ese encuentro, decidieron los objetivos que desembocaron en la fundación del Hogar. 

En el Hogar se comienzan a realizar talleres como tejido o canastos con el objetivo de habilitar a los asistentes. En este contexto comienzan también a crear escobas y nacen las famosas “escobas de ciegos” que fueron todo un éxito de ventas, volviéndose famosas para los santiaguinos y una fuente inagotable de recursos para la institución. 

Se realizan las gestiones para traer un grupo de monjas franciscanas de España y contar con personal especializado para educar a los alumnos. Estas monjas habían aprendido sobre el cuidado de personas ciegas en su experiencia con soldados en la I Guerra Mundial. Sus técnicas educativas se aplicaron hasta el año 1950. 

Aparece la educación como eje principal y nace el primer colegio para personas ciegas en Latinoamérica con foco en la educación básica de niños y niñas, incentivando su integración a través de la rehabilitación e integrando la capacitación de personas adultas. Así, paulatinamente el Hogar comienza a dejar de funcionar como un asilo, para convertirse en una institución educativa donde se entregan herramientas para que las personas puedan lograr su independencia.

Se fortalece la idea de reinsertar a los alumnos a la sociedad y para ello se contratan profesores especializados de la Universidad de Chile. Esto significó un gran cambio en las políticas educativas del Colegio, ya que más allá de la educación, se comenzaba a promover la inclusión en otros ámbitos de la sociedad como el laboral.

Comienza la atención en el Colegio para alumnos multidéficit, la que se activa como respuesta a la creciente llegada de alumnos con ceguera que además sufrían otras discapacidades como retardo mental y trastornos motores, lenguaje, neurológicos, conductuales, emocionales y autismo. 

Con el fin de desarrollar la parte artística-musical de las personas ciegas, nace esta banda integrada por músicos ciegos o con baja visión, quienes hasta hoy interpretan un variado repertorio que abarca jazz, tango, bossa nova y música folclórica y popular.

Fundación Luz fue precursor de la Ley Nº 21.015, que incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral, respetando su dignidad y eliminando la discriminación salarial.

Nace el programa gratuito para niños y niñas con discapacidad visual durante sus primeros años de vida, eliminando las barreras del entorno que puedan limitarlos en actividades cotidianas, restringiendo su participación y la de sus familias.

En agosto 2024 se inaugurará el primer Centro para Discapacidad Visual de Chile, que proporciona atención y talleres gratuitos a personas ciegas y con baja visión, acompañándolos desde la niñez hasta la adultez apoyando su crecimiento, desarrollo y aprendizaje, y promoviendo su autonomía, independencia e inclusión en la sociedad. 

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